domingo, 20 de junio de 2010

Blanco rojo y azul


Aquí estamos..después de tanta espera, al fin llegamos a Sudafrica. Han pasado los días y el mundial ya comenzó, pero para nosotros esto recién está empezando. Hoy 16 de junio por fin nuestra selección enfrenta su primera batalla, esta vez contra Honduras.
Ya llegamos al estadio Mbombela y aunque estamos a kilómetros de nuestro país, siento que somos locales, somos miles los chilenos que alentamos desde aquí a nuestros guerreros. Todos ya están en sus lugares, está apunto de comenzar y de un momento a otro se empieza a escuchar nuestro himno nacional, lo canto, lo cantamos todos desde el corazón sabiendo que nuestra voz representa la voz de 16 millones de chilenos, que en un lugar lejano están igual de esperanzados que nosotros por ver a nuestra selección ganar.
Comienza el partido, todos corren detras de la pelota y ahí estamos nosotros alentando a la roja, soñando con el triunfo, sufriendo cuando el adversario tiene el balón y gritando entusiastas ante una posibilidad de gol.
Pasaban los minutos y sólo habíamos tenido intentos fallidos por llegar al arco contrario, la angustia aumentaba, pero en el minuto 34 todo cambió, Isla centra por la banda derecha del área y nuestro ídolo Beausejour en una jugada maestra mete el gol que todos estabamos esperando. La alegría que se siente aquí en tribuna es increible, gritamos a todo pulmón “¡gooool!” seguido de un “C H I” mas euforicos que nunca, sin dejar de saltar y abrazarnos aunque no nos conocieramos entre nosotros, porque nos une la misma pasión, el ser chilenos. La pelota sigue en movimiento, y termina el primer tiempo sin mayores complicaciones y con la euforia del gol aún latente, teniendo la seguridad que nuestros guerreros nos darían la felicidad de la victoria final.
Comienza la segunda mitad del partido y en el minuto 51 todos volvemos a gritar extasiados el gol (...) aunque nuestra felicidad no duró mucho ya que fue anulado, esto no nos desanimó, al contrario, nos dio mas fuerzas para seguir alentando a los 11 heroes que estaban en la cancha luchando por todo un país, ¡nuestro país!.
Pasaron los minutos que se hacían interminables hasta que el árbitro toca el pitazo final, anunciando así que Chile había ganado su primera batalla en Sudafrica 2010, después de 48 años de sufrimiento por fin saboreabamos una victoria, devolviéndonos el alma al cuerpo.
A estas alturas ninguno de nosotros tenía voz pero aun así seguíamos gritando, saltando y festejando, con el corazón a punto de reventar de tanta alegría porque sí, ¡habíamos ganado! Y aunque ésta solo fuera la primera prueba, después de esto, teníamos más certeza que nunca que el mundial sería nuestro.

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