lunes, 21 de junio de 2010

Fútbol es un sentimiento, la vida es una pelota

Cómo vas a saber lo que es el
amor si nunca te hiciste hincha de un club.
Cómo vas a saber lo que es el
dolor si jamás un zaguero te
azotó la tibia y el peroné.
Cómo vas a saber lo que es el
placer si nunca ganaste un
clásico barrial.

Cómo vas a saber lo que es
llorar si jamás perdiste un clásico
sobre la hora con un penal dudoso.

Cómo vas a saber lo que es el
cariño si nunca acariciaste la
redonda de chanfle entrándole
con el réves del pie en el
cachete para dejarla jadeando bajo la red.
Cómo vas a saber lo que es la
solidaridad si jámas saliste a dar la
cara por un compañero golpeado sin
fe desde atrás.

Cómo vas a saber lo que es la
poesía si nunca tiraste una gambeta.

Cómo vas a saber lo que es la
humillación si jamás te hicieron un caño.

Cómo vas a saber lo que es la
amistad si nunca devolviste una pared.
Cómo vas a saber lo que es un
orgasmo si jamás diste una
vuelta olímpica de visitante.

Cómo vas a saber lo que es el
pánico si nunca te sorprendieron
mal parado en un contragolpe.

Cómo vas a saber lo que es
morir un poco si jámas fuiste a
buscar la pelota adentro del arco.

Cómo vas a saber lo que es la
izquierda si nunca jugaste en equipo.
Cómo vas a saber lo que es la
xenofovia si en ninguna cancha
te gritaron "negro de mierda".

Cómo vas a saber lo que es la
soledad si jamás te paraste bajo
los tres palos a doce pasos de
un fusilero dispuesto a acabar
con tus esperanzas.

Cómo vas a saber lo que es el
barro si nunca te tiraste a los
pies de nadie para mandar la
pelota sobre un lateral.

Cómo vas a saber lo que es el
egoísmo si nunca hiciste una de
más cuando tenías que darsela
al nueve que estaba mejor ubicado.

Cómo vas a saber lo que es el
arte si nunca inventaste una rabona.

Cómo vas a saber lo que es la
música si jamás cantaste
haciendo equilibrio sobre un
paravalancha.

Cómo vas a saber lo que es el
suburbio si nunca te paraste de wing.
Cómo vas a saber lo que es la
clandestinidad si nunca te tiraron
un pelotazo para que te
aguantes vos sólo a toda la defensa rival.
Cómo vas a saber lo que es la
injusticia si nunca te sacó tarjeta
roja un referee localista.

Cómo vas a saber lo que es el
insomnio si jamás te fuiste al descenso.

Cómo vas a saber lo que es el
odio si nunca hiciste un gol en contra.

Cómo vas a saber lo que es la vida,
si nunca, jamás, jugaste al fútbol.

Guillermo Vilaseca

El fútbol nos apasiona, poco a poco se va transformando en parte de nuestra vida, en nuestro que hacer cotidiano, lo llevamos en la sangre y en el corazón. Sin eso no seriamos nada. Por eso si no sabemos lo que significa alguna de las jugadas del fútbol es como si algo nos faltara.
Este poema nos representa desde su titulo "El Fútbol es un sentimiento, la vida es una pelota" hasta esa ultima frase que dice: "Cómo vas a saber lo que es la vida, / si nunca, jamás, jugaste al fútbol."

La vida es un juego con público, ganar, perder, empatar; el juego evoluciona queramos o no. Por ello hay que seguir, pelearse con el arbitro, cambiar las reglas, hacer trampa, tomarse un respiro, y sin olvidar las heridas, hay que seguir jugando, esforzándose, jugando rápido, con soltura y libertad, como si no hubiera un mañana donde solo estén tus sueños, esos que te inspiraron a jugar con tanto corazón.

Uno a Cero en 100 palabras.

Emoción, es la primera palabra que se me viene a la mente cuando estamos pasando por esos 90 minutos de silencio, en donde nuestros sentimientos van desde la felicidad a la angustia, esa que nos ahoga el grito de gol que tanto anhelamos.


En este cuento, de Santiago en 100 palabras, se refleja la tensión, la espera y las ansias que viven los hinchas por saber el resultado final del partido, el deseo de querer sentir el triunfo y poder salir a festejar el ansiado gool, que llego tarde pero llegó. Sentir la victoria correr por sus venas y poder pensar que todo esfuerzo siempre vale la pena, que el ser hincha es estar siempre alentando a su equipo, que con sus 11 jugadores y todo un cuerpo técnico detrás, nos hacen sentir una pasión insaciable por el futbol, y por sobre todo nos hace creer que seguirlos hasta el fin del mundo valgan la pena y que aunque viajemos de norte a sur o por distancias inimaginables siempre estaremos ahí, saltando en la barra, gritando con fuerza nuestros canticos y añorando lograr esos ansiados minutos de felicidad.

Los mejores están en chile,

de eso no hay duda

con el chico maravilla,

el éxito se alcanzará

¡y esta copa si que se ganará!

Ojos Rojos.

El rumbo de una selección al mundial y el fiel retrato del hincha chileno. No hay mejor forma de describir el documental “Ojos Rojos



Este documental nos muestra fielmente todo lo que paso nuestra “roja” para llegar al mundial de Sudáfrica en donde hoy, somos punteros del grupo H.


Cambios de director técnico, la hinchada desanimada por las constantes derrotas en las clasificatorias para Alemania 2006, la confianza que trajo Marcelo Bielsa y todo su cuerpo técnico a los jugadores, a la hinchada y a todo un país.


Nos muestra además toda la alegría y euforia desatada aquel inolvidable sábado 10 de octubre del 2009 en donde Chile gana 4 a 2 a Colombia y en donde nuestra selección nos dijo, fuerte y claro: “Chile va al mundial”.

Porque en tan sólo 84 minutos, se resumen 8 años de una larga agonía, una historia de alto y bajos y en donde nos demuestra todo lo que tuvo que pasar nuestro país para estar donde está, por que de a poco este Chile, nos acostumbra a ganar y nos crea la esperanza de que si podemos triunfar en el mundial de Sudáfrica 2010.


Selección Chilena, orgullo de millones,

¡este año si que salimos campeones!,

como no va a ser asi, si nuestros jugadores

son los mejores.

Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010: Beneficios y desarrollo para diferentes aspectos de Chile

Desde hace ya varios meses que en los noticiarios, revistas, diarios y los diferentes medios de comunicación de nuestro país, no se habla de otra cosa fuera del evento más importante para la historia del deporte chileno de los últimos años: la celebración del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. Está claro que la fiebre mundialera ha afectado a distintas áreas de nuestra sociedad, nacional y mundialmente, siendo el aspecto festivo el que mayoritariamente se está haciendo notar.Desde el punto de vista nacional, uno de los aspectos más significativos ha sido la unificación de los distintos equipos y barras chilenas que localmente parecían irreconciliables. Al parecer este “oponente” común ha sido beneficioso para la armonía y fortalecimiento de una nación completa, desde lo deportivo hasta distintos ángulos sociales y culturales, donde es posible apreciar a millones de chilenos enfocados en un mismo objetivo, llenos de los mismos sueños y esperanzas, cantando el mismo himno y cánticos y viviendo una histeria colectiva que es positiva, desde el punto de vista de la unidad, y un motivo de felicidad para todos.

Por otro lado, es destacable el ámbito económico, que asegura ser muy beneficioso para nuestro país durante el período del mundial. Por ejemplo, el presidente de la Confederación Nacional del Comercio Detallista (Confedech), Rafael Cumsille, sostiene que “en algunos sectores determinados como la ropa y artículos relacionados con el Mundial tendrán un aumento en sus ventas que variaría entre 15% al 20% en comparación a un mes normal”; como también planteó que los restoranes y bares, entre otros, presentarán alzas importantes en sus ventas. De esta misma forma, numerosos economistas aseguran que las ventas de artículos deportivos aumentarían en un 50% a nivel nacional, como también se vería muy beneficiada la venta de electrodomésticos (como LCD’s, plasmas, entre otros) y los distintos componentes necesarios para una buena celebración.

Además de estos aspectos que podemos observar bastante superficialmente, existe en nuestro país un fenómeno de motivación y superación general, sobre todo para aquellos que han tenido que sufrir las consecuencias del terremoto. La celebración de este mundial, y los grandes avances que ha mostrado Chile en el último tiempo respecto al deporte, han servido para que muchas familias encuentren motivos para recrearse y compartir momentos sumamente agradables en medio de tal catástrofe.

También cabe destacar la gran importancia cultural que este evento significa para el país, considerando el hecho de que en la mayoría de los centros educacionales se están tocando temas de relevancia internacional que por lo general no se tratan durante un período escolar ordinario. Nuestros niños y jóvenes se están interesando cada vez más en adquirir conocimientos respecto de la historia del deporte, geografía, características de los distintos países que compiten… Este evento tiene, por lo tanto, un fuerte carácter educativo y fomenta además el interés en la actividad física y valores fundamentales como el trabajo en equipo y la superación.

Podemos concluir a partir de estos datos, que el aporte otorgado por la realización de este encuentro deportivo sumado a la participación de nuestro país en él, ha significado para la población chilena un conjunto de beneficios cuantitativos como también valóricos sustentados en una lucha justa, general y patriótica, que incita al país al desarrollo en distintas áreas del mismo. A su vez, es posible afirmar que nos encontramos frente a una instancia de reencuentro entre clases sociales, barras deportivas locales, ideologías, entre otros grupos que coexisten pero que extrañamente participan en conjunto por una causa en común.

domingo, 20 de junio de 2010

Blanco rojo y azul


Aquí estamos..después de tanta espera, al fin llegamos a Sudafrica. Han pasado los días y el mundial ya comenzó, pero para nosotros esto recién está empezando. Hoy 16 de junio por fin nuestra selección enfrenta su primera batalla, esta vez contra Honduras.
Ya llegamos al estadio Mbombela y aunque estamos a kilómetros de nuestro país, siento que somos locales, somos miles los chilenos que alentamos desde aquí a nuestros guerreros. Todos ya están en sus lugares, está apunto de comenzar y de un momento a otro se empieza a escuchar nuestro himno nacional, lo canto, lo cantamos todos desde el corazón sabiendo que nuestra voz representa la voz de 16 millones de chilenos, que en un lugar lejano están igual de esperanzados que nosotros por ver a nuestra selección ganar.
Comienza el partido, todos corren detras de la pelota y ahí estamos nosotros alentando a la roja, soñando con el triunfo, sufriendo cuando el adversario tiene el balón y gritando entusiastas ante una posibilidad de gol.
Pasaban los minutos y sólo habíamos tenido intentos fallidos por llegar al arco contrario, la angustia aumentaba, pero en el minuto 34 todo cambió, Isla centra por la banda derecha del área y nuestro ídolo Beausejour en una jugada maestra mete el gol que todos estabamos esperando. La alegría que se siente aquí en tribuna es increible, gritamos a todo pulmón “¡gooool!” seguido de un “C H I” mas euforicos que nunca, sin dejar de saltar y abrazarnos aunque no nos conocieramos entre nosotros, porque nos une la misma pasión, el ser chilenos. La pelota sigue en movimiento, y termina el primer tiempo sin mayores complicaciones y con la euforia del gol aún latente, teniendo la seguridad que nuestros guerreros nos darían la felicidad de la victoria final.
Comienza la segunda mitad del partido y en el minuto 51 todos volvemos a gritar extasiados el gol (...) aunque nuestra felicidad no duró mucho ya que fue anulado, esto no nos desanimó, al contrario, nos dio mas fuerzas para seguir alentando a los 11 heroes que estaban en la cancha luchando por todo un país, ¡nuestro país!.
Pasaron los minutos que se hacían interminables hasta que el árbitro toca el pitazo final, anunciando así que Chile había ganado su primera batalla en Sudafrica 2010, después de 48 años de sufrimiento por fin saboreabamos una victoria, devolviéndonos el alma al cuerpo.
A estas alturas ninguno de nosotros tenía voz pero aun así seguíamos gritando, saltando y festejando, con el corazón a punto de reventar de tanta alegría porque sí, ¡habíamos ganado! Y aunque ésta solo fuera la primera prueba, después de esto, teníamos más certeza que nunca que el mundial sería nuestro.